Por qué no debe ver tanta violencia mi hijo en la televisión o videojuegos

Muchos padres nos preguntan frecuentemente ¿es bueno que vea tanta violencia mi hijo?  Sin duda el hecho de que los niños vean tanta violencia puede afectarles en su crecimiento. Hoy en día corremos el riesgo de naturalizar la violencia y esto es un riesgo para los niños.

Existe un alto riesgo de desconexión de la realidad, pérdida de empatía, aumento de las posibilidades de emular conductas violentas, pérdida de lo que es normal y lo que no.

Cada año sigue aumentando las consultas en terapia sobre los temas relacionados con la “Naturalización de la Violencia”. Familias que ven como sus hijos menores de edad conviven a diario con conductas violentas que tienden a verse como algo natural: series, televisión, películas, informativos…etc

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Desde Coaching Club trabajamos de manera continua con terapias familiares y de menores, casos de bullying, acoso, falta de empatía, respeto a los adultos y otros trastornos que en los últimos tiempos se han convertido en un grave problema para las familias, en parte por el abuso de imágenes y de hechos cada vez más cotidianos de violencia en la sociedad.

Los menores emulan las conductas de los adultos y con este exceso de violencia lo que se consigue es naturalizarlo. Ya no nos resulta nada extraordinario que la TV nos invite a cenar con escenas de un tiroteo o una pelea desaforada entre adolescentes, lo mismo da. La violencia comienza a manifestarse en la educación, en el deporte, en casi muchísimos ámbitos de nuestra vida en sociedad.

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Cada vez son más los padres y también los adultos a nivel personal, que acuden a terapia para no caer en el error de naturalizar la violencia que nos envuelve en el día a día.

La continua sucesión de fotografías y de videos en los que se muestra el proceso violento, asesinatos, disparos, víctimas en el suelo, agresiones en los colegios, cargas policiales o contra la policía etc, queda en la mente de los menores que luego acaban acostumbrándose a ello y pierde su valor.

Esta naturalización de la violencia genera irremediablemente en los menores:

- Pérdida de la identidad infantil

- Pérdida de la perspectiva de lo que no es normal

- Pérdida de la comunicación

- Aumento de las posibilidades de repetir y emular lo que ve

- Sentimiento de desapego respecto a los demás

- Recorte de la empatía hacia otras personas

- Menosprecio de las autoridades ya sean padres, adultos etc.

El principal temor de los padres frente al exceso de naturalización de la violencia que en los últimos tiempos envuelve a los menores es la pérdida de la identidad infantil.

Una persona con una identidad clara, que sabe quién es y adónde va, no necesita caer ni en fanatismos que la separen del resto, sino que tenderá puentes de comunicación. Absorberá lo que de bueno encuentre en el discrepante y se moverá con comodidad dentro de la diversidad, sirviendo esta de enriquecimiento.

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El exceso de imágenes violentas fomenta en los niños y niñas respuestas agresivas. Cada día sorprenden menos este tipo de imágenes que acaban pareciendo una película para ellos generando en ocasiones una desconexión de la realidad. Esto no sólo afecta a los menores, de hecho, en las consultas del centro también han aumentado los tratamientos en adultos respecto a este desafortunado fenómeno.

Si este tema te interesa, contacta con la autora: Verónica Rodríguez Orellana.

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